El tamarindo: Tamarindus indica

El tamarindo es un árbol originario de África, de las regiones tropicales, pudiendo localizarse en Sudán, Yemen, Cabo Verde y Omán, aunque en la actualidad se ha incorporado al resto de hábitat tropicales del plantea, como los de América, Asia y Australia.

A Europa fue introducido por los árabes a través de España.

Es un árbol de la familia de las fabáceas, una leguminosa que produce frutos comestibles. El tamarindo es una planta de hoja perenne y crecimiento lento, que puede llegar a crecer hasta 30 metros de altura.


Son árboles fuertes y longevos, con corteza áspera y grisácea.  Sus ramas son largas y ligeramente caídas, con hojas verdes y pinnadas, que dan al follaje un aspecto plumoso.

Florece en racimos de pequeñas eflorescencias de color anaranjado, recubiertos por 5 sépalos de tonalidad rosada.

Lo más interesante del tamarindo son sus frutos, unas vainas parecidas a los cacahuetes pero alargados, que pueden llegar a crecer hasta los 15 o 20 centímetros. Al madurar, se vuelven de color marrón y la pulpa de vuelve agridulce, con la que se preparan bebidas y otros alimentos.

El fruto del tamarindo tiene múltiples propiedades, sobretodo, depurativas y laxantes, además de proteger órganos como el corazón y el hígado.

Son árboles que se adaptan a todo tipo de suelos y prefieren climas templados y húmedos, aunque es importante una estación seca para la maduración correcta de los frutos.

Puede verse afectado por la cochinilla y otros chupadores, así como por larvas, orugas, escarabajos y barrenadores, por lo que hay que mantenerlo vigilado para evitar que sea atacado por las plagas.

Se reproduce por semillas o por injerto.

Via plantasyjardines.es

0 comentarios:

Publicar un comentario