La técnica conocida en jardinería como acolchado o mulching consiste sencillamente en extender sobre el suelo algunos productos naturales o artificiales para proteger las raíces y el suelo de nuestras plantas.
Ahora que se acercan los meses más fríos del año quizá deberías hacer uso de este sistema, así que te recomendamos informarte un poco más acerca de las ventajas del mismo así como de las principales opciones con las que cuentas.
Para empezar te dejamos algunos de sus beneficios:
- Permite conservar la humedad del suelo, por lo que la necesidad de riego de las plantas disminuirá en gran medida; esto es una gran medida para mantener más frescos los ejemplares en épocas secas y poco lluviosas.
- Evita la aparición de malas hierbas.
- Los de tipo orgánico se descomponen, por lo que sirven para aportar humus al suelo.
En lo que a sistemas de acolchado se refiere podrás encontrar dos tipos distintos en tus tiendas: el acolchado orgánico o el artificial fabricado con plástico.
El primer sistema consiste en esparcir una capa de materia orgánica sobre el suelo donde estén ubicadas las plantas, materia que puede ser desde turba, compost o estiércol descompuesto hasta un mantillo de hojas, paja, hojas de pino o restos de césped, por ejemplo. Evita derivados como el serrín o las cortezas astilladas, pues la absorción del nitrógeno puede afectar a su cultivo.
El principal beneficio de este sistema respecto al artificial es que cuando se descompone aporta nutrientes mejorando así la calidad del suelo.
Por otra parte el acolchado plástico puede ser blanco, negro o trasparente y, a pesar de tener los mismos beneficios que el orgánico tiene la deficiencia de no aportar nutrientes a la tierra además de ser menos decorativo.
No obstante, también es cierto que estos sistemas <strong>aceleran los cultivos mucho más que los orgánicos.
Via jardinplantas.com
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