Si bien no es un concepto sencillo de explicar o de comprender, no es imposible y vale la pena abordarlo para que por lo menos puedas opinar y hablar con algo de propiedad cuando en tu entorno se converse del tema. No necesitas hacer un curso al respecto, será suficiente con reflexionar sobre lo que sigue, con mente abierta.
La jardinería biodinámica no sólo se basa en los principios orgánicos y en los aspectos anatómicos es histológicos. De algún modo es algo así como una visión más holística, que pretende contemplar las plantas y sus ciclos vitales como una parte armónica del cosmos. La relación de la siembra y otras tareas con las fases y ciclos lunares, es un buen ejemplo para contribuir a comprender de qué hablamos.
El enfoque que se da a cada planta y al proceso productivo en su totalidad, es a la vez amplio pero capaz de contemplar una multiplicidad de factores, tanto ambientales como astronómicos, geográficos y vinculados a la población que rodea cada sector cultivado. Un concepto asociado, pero no exactamente igual es el de etnobotánica, que abordaré en un post diferente dentro de unos días.
En esta línea, se da una interesante paradoja, ya que a la vez se personaliza a cada planta estudiando algunos aspectos muy puntuales pero en simultáneo se la considera parte de un “todo” que va más allá del Reino vegetal en sí mismo.
A estos aspecto se suma uno más: la consideración de aquellas plantas que además son alimentos, es decir que se cultivan con ese fin. Ya que pasan a formar parte de un ciclo de vida que nos impacta directa y diariamente, el enfoque biodinámico adquiere entonces otra magnitud que vale la pena visualizar.
Fuente: blogjardineria.com
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