El Allium schoenoprasum puede conocerse como cebollino, cebollín, cebolleta o ciboulette. Más allá del nombre por el que le conoces, seguro que alguna vez los has utilizado en la cocina. El cultivo del cebollino, por lo tanto, puede ser una buena opción para tu jardín.
Esta planta pertenece a la familia de las aliáceas y puede crecer hasta los 25 centímetros de altura, con un diámetro de entre 5 y 10 centímetros. Sus tallos, que presentan hojas cilíndricas y huecas, pueden albergar una veintena de flores acampanadas.
El cebollino es muy resistente. Puede cultivarse a pleno sol o en media sombra ligera, con suelo húmedo pero bien drenado (es necesario evitar el exceso de agua y el encharcamiento). Es posible sembrar en otoño o esperar a finales del verano para apelar a la división de los bulbos, plantándolos con una distancia de unos 20 centímetros entre cada uno.<!--more-->
En cuanto al riego, debe ser espaciado ya que, si el suelo se mantiene muy húmedo de manera constante, es posible que la planta sufra una invasión de hongos en su cuello. Por eso, en temporada de lluvias, es mejor no regar.
Ciboulette
Puedes usar las hojas picadas como condimento o preparar algunas recetas con el bulbo. La utilización más habitual del cebollino se encuentra en el condimento de salsas y en la creación de aperitivos con quesos cremosos untables.
Cabe destacar que el cultivo del cebollino te permitirá contar con una planta rica en vitaminas A, B y C con propiedades antisépticas, calmantes y digestivas.
Fuente: floresyjardin.es
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