Siempre se ha dicho que el sol es uno de los elementos que no debe
faltarles a las plantas y sí, es cierto que es así, pero lo cierto es
que a todas las plantas, el exceso de sol, puede hacerle un mal, y no un
bien, a la misma.
El sol en principio es bueno para casi todas las plantas, la iluminación
que producen los rayos del sol no es la misma que una luz artificial y,
en mayor o menor medida, todas las plantas requieren del sol.
Sin embargo, lo cierto es que algunas veces, y me refiero más al verano
que al invierno, la exposición directa al sol, y por varias horas
además, puede hacer que tenga efectos negativos en las plantas.
El mayor ejemplo es el que puedes ver en la fotografía. Lo que es es una
quemadura provocada por el mismo sol, lo que hace que uno piense si no
es mejor no acercarla al sol. Siempre que se pueda, lo mejor es apartar
del sol las plantas, más a las horas donde el sol está en su mayor
apogeo, desde las 12 hasta las 5 de la tarde. De esta manera no
tendremos tal quemadura ni otros efectos en la tierra y raíces de la
planta.
También es conveniente, si hace mucha calor y no puedes mover las
plantas, regarlas. Has de regar no solo la tierra, sino también parte de
las ramas y las hojas de tal forma que les des un poco de alivio a las
mismas y de frescor. Eso sí, para los árboles frutales no es demasiado
bueno porque el agua puede pudrir los frutos.
En estos casos puedes probar a ponerles sombrillas o taparlos para que no les de demasiado sol directo.
El riego no ha de ser muy abundante porque el sol calentará el agua y
puede ser malo para las raíces. Por eso es que se aconseja en verano
regar antes de que el calor se instale.
Fuente: plantasyjardines.es
Efectos negativos del sol sobre las plantas
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