Una escena más común de lo que se piensas: Vas a un vivero y te enamoras de una determinada planta, entonces la compras. Luego la llevas tu hogar y la plantas. Pero luego resulta que la experiencia se convierte más en una decepción que en una alegría.
Para que esto no te suceda, debes tener en cuenta no cometer los siguientes errores:
1- Los árboles grandes plantados cerca de una casa pueden causar problemas, porque al llegar a una cierta madurez pueden dañar con la expansión de sus raíces los cimientos y las tuberías de la casa, como pueden ser agua, luz o gas. Esto es muy peligroso y por eso hay que dar aviso a la compañía prestadora del servicio.
¿Qué hacer? Lo mejor antes de plantarla es observar cuán grande se vuelve esa planta en su madurez, para poder seleccionar el espacio más adecuado para plantarla. En su defecto, hablar con un experto en plantas para decirle dónde ponerla.
Para tener una idea:
Altura en la madurez / 2 = distancia que debe haber entre el hoyo en que se plantará el árbol y la línea de edificación (esto varía según el tipo de raíces que tenga el árbol que plantará, pero sirve como guía inicial).
2- Otro problema son los árboles y arbustos ubicados al azar y que pueden dificultar el cortar el césped luego.
Para evitarlo, integra el césped y las plantas de tu jardín de manera que se pueda cortar el césped de la manera más continua posible, evitando los enojosos “parar-retroceder-volver a avanzar” (recordarás este consejo cuando te toque cortar el césped bajo el sol del verano). Para ello, trata en lo posible de evitar los ángulos agudos al diseñar el jardín, y opta por las curvas siempre que pueda.
3- Pon las plantas a la vista de todos. No las coloques lejos o donde estén tapadas por alguna pared. De esa manera podrás disfrutar de la visión de tus mejores plantas, y cuidarlas como merecen (si las vista no las alcanza, puede que el agua del riego tampoco). Para evitarlo, ubica las plantas con mejor fragancia y las caídas de agua cerca de las entradas, o cerca de los senderos más transitados, las áreas de reposo o cerca de las ventan. Los jardines de cocina deben estar, por su parte, en la zona cercana a la cocina que más sol reciba.
4- No te olvides de cómo se ve tu jardín desde dentro de la casa. Por ejemplo, si te pasas mucho tiempo en la cocina, lo ideal es que tengas grandes ventanas para disfrutar de la vista del jardín. De más está decir, que es mejor tener vista al agua de una fuente o las aves posándose en tu jardín que a los recipientes de basura o al lavadero.
5- Igualmente importante es tener en cuenta qué vista tendrás desde el área de reposo del jardín antes de poner los muebles en ella.
Por eso es muy importante al diseñar una casa que puedas tener una vista agradable y no hacia el tacho de basura o la cerca del vecino. Para evitarlo, tómate unos momentos para elegir el mejor lugar de tu jardín en donde poner los sillones o sillas, siéntate y comienza a disfrutar por adelantado.
Fuente: mujer.com
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