El huerto ecológico es aquel que desde el cultivo a la cosecha se rige por el calendario lunar, cómo se ha hecho desde los inicios de la agricultura. Este huerto sólo se alimenta y se cura con fertilizantes y productos naturales. Así de este huerto saldrán cosechas sanas, naturales y abundantes.
El jardinero responsable tiene por fuerza que implicarse en una forma más sostenible y saludable, tanto para el entorno como para él mismo, de cuidar de su huerto. Respetar los ciclos lunares, combinar plantas para crear asociaciones positivas y trabajar la tierra en superficie potenciará la biodiversidad en el huerto.
Cultivar el mayor número posible de especies y variedades de verduras y hortalizas, combinadas además con flores y plantas ornamentales, además de formar un huerto muy bello estéticamente nos ayudará a mantener a raya a los insectos nocivos. Los claveles de la india repelen a los nemátodos, las capuchinas atraen a los pulgones que así abandonarán a las judías verdes. El puerro y la zanahoria se ayudan mútuamente, el puerro aleja a la mosca de la zanahoria y ésta a su vez repele a la polilla del puerro.
Todo trabajo de preparación del suelo debe hacerse con la luna en su fase menguante. La labor del suelo debe ser superficial y realizada con herramientas manuales si la superficie no es muy grande. Profundizar demasiado en la labor del suelo sólo sirve para destruir los microorganismos que habitan en la tierra.
Usar variedades de semillas antiguas y no los híbridos y semillas modernas que comercializan las grandes multinacionales del sector. Las variedades clásicas, adaptadas a cada entorno concreto, necesitan menos fertilizantes y producen plantas más resistentes.
Eliminar las malas hierbas con técnicas manuales, ante todo no usar herbicidas químicos. Arrancar manualmente las hierbas y tras secarlas, quemarlas, es la mejor solución. También podemos usar recubrimientos que actúen como barreras de la luz solar para que las malas hierbas tengan menos espacio donde vivir.
Refinar la tierra para que esté lo más suelta posible, sin terrones, así las semillas y las plántulas crecerán mejor. Si trabajamos la tierra con un cierto grado de humedad será más fácil deshacer los terrones. Si la tierra está demasiado seca será difícil poder romperlos.
Abonos orgánicos y abonos verdes son la mejor opción para enriquecer el suelo de un huerto saludable, con ellos estamos creando un buen humus sobre el que será fácil que se desarrollen las plantas de una forma sana, para ellas y para nosotros.
El mantenimiento del jardín siempre se hace en luna menguante, así escardar y arrancar las malas hierbas será una tarea más eficaz. Procurar raspar suavemente la capa superficial de tierra al quitar las malas hierbas, facilitamos la respiración del terreno sin dañar la capa inferior del terreno ni compactarla.
Via guiadejardineria.com
Consejos para un huerto ecológico
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