(Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua) nos brinda la armonía y equilibrio que necesitamos; por eso, cuando escogemos las plantas, instalamos una fuente de agua, seleccionamos ornamentos metálicos y disponemos de una buena iluminación, estamos armonizando este espacio en función de crear un ciclo productivo.
Cuando creamos un jardín con los principios básicos del Feng Shui, estamos reproduciendo la belleza y perfección de la madre naturaleza; aquí es significativo hacer la creación teniendo en cuenta los cinco sentidos: Olfato: Seleccionar plantas con fragancias atrayentes y que nos inviten a la relajación.
La propiedad más sustancial de la planta es el aroma, porque produce energía benéfica para mejorar ciertos aspectos de nuestra vida. Vista: En nuestro entorno siempre debe existir equilibrio entre las energías Yin – Yang, por eso se deben combinar plantas pequeñas y finas en su forma, con plantas grandes y de textura fuerte. Gusto: Agregar algunas hierbas como el limoncillo, la manzanilla o la yerbabuena brinda gusto al momento de disfrutar de un buen jardín, además de que son excelentes a la hora de preparar un té. Oído: La presencia de agua y el sonido encantador de las fuentes promueve las buenas relaciones familiares y atrae la prosperidad a todo nivel.
Además, se pueden incluir móviles o molinillos de viento, estos elementos aportan sonidos espectaculares. Tacto: Se deben escoger plantas suaves y de contacto agradable, plantas con hojas de diferentes tamaños y formas redondeadas o alargadas. Evitar las plantas con espinas como el cactus.
Fuente verde-jardin.com.ar
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