¿Te planteas nuevos cultivos para mejorar el aspecto de jardín? Te sugerimos que plantes uno de los árboles más bonitos que existen, el magnolio. Se trata de una variedad que puede llegar a medir 30 metros de altura y que tiene forma piramidal, siendo ramificado desde la base. Su porte, sus flores y sus hojas brillantes garantizan la belleza ornamental de tu parcela.
La floración es una de las características que convierten el magnolio en uno de los árboles mejor considerados dentro del mundo de la jardinería ornamental. Empieza a sacar sus flores a finales de primavera o principios de verano y, aunque duran muy poco tiempo, tiene tantas que consigue mantenerse florido durante una buena temporada. Especialmente bellas son sus flores: grandes, blancas, llamativas y muy perfumadas.
Entre sus cuidados destaca que no resiste especialmente bien al frío, sobretodo a las heladas. Aunque necesita el sol tampoco es bueno que esté situado en una zona donde pueda sufrir insolaciones excesivas. Se desarrolla bien en suelos con poca caliza, especialmente los silíceos. Deben ser también frescos, profundos y húmedos, aunque drenados para evitar el encharcamiento continuo de agua. Por sus características de crecimiento, necesita una poda muy ligera.
El magnolio es un árbol con una multiplicación muy especial, ya que se puede hacer por todos los métodos: semillas, estacas, injertos y acodos. Si es por semillas, recuerda que no las puedes dejar secar si quieres evitar que se dañen. Las estacas es un medio más complicado de reproducción pero es el más usado a nivel comercial porque los árboles producidos de esta manera florecen mucho antes. Otro método que también da muy buenos resultados es el de los acodos. Se puede hacer con ramas de 1 o 2 años que salgan de la base de la planta madre.
Via dejardineria.es
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