El césped puede sufrir diversos trastornos fuera de los que provocan los ataques de hongos y plagas. Estos efectos negativos pueden ser provocados por diversos factores como la falta de agua; el exceso de agua; sombra excesiva; compactación del suelo; frío y otros.
Cuando pensamos en diseño de jardines, no puede faltar el verde del césped. Pero no siempre se mantiene en ese estado. Es por ello, que debemos tener ciertos cuidados básicos y evitar trastornos.
El riego de tu césped debe ser con regularidad, la cual va a depender de la época. Los aspersores y difusores generalmente son colocados estratégicamente para cubrir de forma pareja toda la superficie.
Estos apararos pueden sufrir modificaciones que, las puedes detectar al observar el riego y en ocasiones por el estado del césped. Si hay alguna parte que sufre poco riego, esta sufrirá de calvas.
Así como la falta de riego produce desequilibrios en el crecimiento y color del césped, el agua en exceso también te traerá problemas. Esto se puede dar por dos motivos, o riegas demasiado o tu suelo no cuenta con un buen drenaje. O lo que puede ser peor, las dos cosas. En este caso notarás hojas amarillas causadas por la putrefacción de las raíces. Consulta a los expertos en jardinería de tu zona y encuentra la mejor forma de aportarle drenaje a tu suelo.
Mantener la superficie libre de hojas y otros desechos del jardín, y aflojar la tierra cuando está tendiente a la compactación, son dos puntos a tener presente para mantener una buena oxigenación y absorción de nutrientes.
Espero que estos datos te ayuden a mejorar y mantener un hermoso césped, en el que tú y los tuyos puedan disfrutar de la manera que elijas.
Via dejardineria.es
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