Aunque parezca complicado, es posible convertir un jardín convencional en un jardín ecológico, y además de forma bien sencilla. Para ello debemos reciclar los elementos naturales y hacer uso de los productos biológicos que nos permitan destruir los organismos nocivos, sin recurrir a pesticidas o elementos químicos. Así, valiéndonos de la propia naturaleza, podemos generar una zona verde en la que todas las especies de plantas crezcan en armonía.
Se puede construir un jardín que no necesite grandes cantidades de agua para su mantenimiento, o reducir al máximo su consumo, que sea respetuoso con la naturaleza y mantenga un ambiente agradable.
Lo primero: preparar el suelo. Picar y moler bien el terreno. Las plantas necesitan tierra bien suelta para desarrollar en buena forma sus raíces.
Enriquecer bien el suelo. Es la clave de la jardinería orgánica. Debemos agregarle los productos naturales que las plantas necesitan para su crecimiento, para ello hay que preparar el abono compuesto o compost. Será fundamental para el mantenimiento de nuestro jardín en el futuro.
Para generar un crecimiento vigoroso de nuestras plantas, éstas necesitan nutrientes adecuados, microorganismos útiles del suelo y una estructura del terreno que les permita conservar la humedad y una buena cantidad de aire. Para ello recubramos el suelo con hojas secas o astillas para mejorar su fertilidad, conservando su textura y humedad.
Mantener el jardín libre de elementos que atraigan a las plagas. Arrancar las malezas antes de que semillen. Recoge las frutas u hortalizas que estén caídas o sobremaduras. Podar drásticamente las partes enfermas de las plantas.
Diseñemos la huerta o jardín de tal manera que existan áreas con especies perennes, que no requieran preparar el suelo cada año. Cuanto menos removamos la tierra se hará más rica, conservará mejor la humedad y tendrá menos pestes.
Plantar especies que den flores; atraen muchos insectos beneficiosos.
Es recomendable usar como maceteros la base plástica de envases de las bebidas de dos litros. Algunas traen incluso los hoyitos hechos para que escurra el agua.
Conviene plantar árboles de hoja caduca (la que cae durante el invierno) al lado poniente de la casa. Durante el verano tendremos sombra que nos protegerá del calor y durante los meses del frío entrará el sol que entibiará el hogar.
Debemos colocar las plantas correctas en el lugar correcto. Siempre darán mejor resultado las plantas que crezcan naturalmente en nuestro lugar de residencia.
Fomentar la vida silvestre en el jardín: instalar nidos para pájaros, construir un estanque y plantar una gran variedad de flores.
Instalar un barril para recoger el agua de lluvia en el jardín.
Césped artificial En los últimos tiempos se está imponiendo la colocación de céspedes artificiales, con el consiguiente ahorro de tiempo, energía y agua destinados al mantenimiento y la poda, además disminuye la necesidad de usar fertilizantes. Por lo tanto, es mejor evitar el uso del césped ya que normalmente requiere mucha agua y pesticidas.
Esquema del jardín: es muy útil hacer un plan y esbozar el jardín en un papel. Al hacer esto, ahorramos en gastos y mantenimiento. Un profesional puede ayudarnos en elegir las plantas y formas apropiadas de enriquecer el suelo y aumentar la productividad de irrigación del jardín.
Via plantayflor.blogspot.com.es
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