Los arbustos y las plantas perennes de floración estival nos ofrecen un bello espectáculo hasta la llegada del verano. Si la primavera ha sido lluviosa no habrá habido ningún problema y las plantas se habrán desarrollado perfectamente con una rica floración. En cambio conforme va entrando el verano es cuando pueden aparecer los problemas. A las plantas perennes y a los arbustos no les sienta muy bien mantener las flores y formar las semillas en esta estación en la que suele faltar el agua.
Al jardinero además no le interesa mantener esas semillas pues en la mayoría de las ocasiones no van a servir para nada o sólo en muy pequeño número. Es momento de sacar las tijeras de podar y comenzar a sanear los arbustos y plantas perennes de esas flores que ya han cumplido su papel.
Veamos algunas plantas que se pueden beneficiar de este tratamiento. En primer lugar tenemos los geranios perennes que ya de por sí tienen un periodo de floración larguísimo, desde la primavera al otoño. En el corazón del verano los geranios suelen flaquear y se hace precisa una poda de los tallos florales marchitos para promover una nueva floración que llegue hasta bien entrado el otoño.
Los delphiniums o espuelas de caballero son unas plantas espectaculares en su mejor momento, el inicio del verano, pero en la época más calurosa del mismo pueden decaer un tanto. Sus altos tallos florales, hasta de 2 metros de altura, pueden decaer y se hace necesario recortarlos para promover una nueva floración otoñal. Que desde luego no será tan llamativa como la anterior pero nos permitirá disfrutar de estas bellas flores un poco más.
Los altramuces o lupinos forman también un tallo floral de gran altura. Las flores van abriéndose de abajo hacia arriba y al llegar aquí en la parte inferior se van formando ya las vainas que contienen las semillas. El resultado no es muy estético y además la planta utiliza gran parte de su energía en la formación de dichas semillas. Cortaremos los tallos florales a dos tercios de su altura y quitaremos las vainas que queden en la parte inferior. Podemos reservar unas cuantas vainas en algunos tallos para recoger semillas para una nueva siembra.
Los rosales arbustivos o trepadores en su gran mayoría pueden ofrecernos flores desde la primavera hasta las primeras heladas. Para ello se hace imprescindible una poda de limpieza que elimine las flores marchitas que pretenden formar fruto. Así reservamos la energía de la planta para la formación de nuevos brotes florales. Un buen riego y un aporte de fertilizante orgánico acabarán de redondear la operación.
Las nepetas florecen de forma masiva desde la primavera hasta las primeras heladas. Ya al principio del verano se resienten tras la primera abundante floración y se hace necesaria una intervención. Ésta consistirá en cortar los tallos de la planta hasta unos 15-20 cm del suelo. En pocas semanas aparecerán nuevas flores. Aún podemos mejorar esta floración si ayudamos a la planta con un fertilizante orgánico y rompemos un poco la costra de tierra seca para facilitar una mejor absorción del agua de riego.
Via guiadejardineria.com
0 comentarios:
Publicar un comentario