Razones indiscutibles para abonar con materia orgánica

La importancia de la materia orgánica en el suelo

Estamos acostumbrados a oír una y otra vez el término materia orgánica. Podemos tener una ligera idea de que cuanto mayor sea la cantidad de este componente en un suelo mayor cantidad tendrá. Sin embargo, no vemos el aspecto técnico que rodea al concepto de componente orgánico. Hoy, en Agromática, vamos a desvelar algunos aspectos interesantes de lo que conocemos como materia orgánica.

Si tuviéramos la capacidad de dividir un suelo en 2 componentes, lo haríamos de la siguiente manera:

    Materias minerales
    Materias orgánicas

Que un suelo tenga sustancias minerales es bueno, pero más aún lo es si tiene de lo segundo. De hecho una carencia en sustancias orgánicas impediría por completo que un suelo sea sustento de cualquier planta o vegetal.


Lo que se conoce como materia orgánica

Básicamente hablamos de restos de seres vivos y vegetales en proceso de descomposición, ayudados por la temperatura, el agua y la intervención de más seres vivos. Todos estos materiales sufren un proceso de descomposición que acaban formando minerales funcionales para la planta, una vez ésta tiene la capacidad de absorberlos.

Para saber un poco de qué estamos hablando, vamos a hacer un balance del proceso:

    Partimos de materia orgánica sin descomponer (o poco descompuesta).
    Mediante la HUMIFICACIÓN, pasamos a tener humus. ¿Te suena el humus de lombriz?
    Se inicia el proceso conocido como MINERALIZACIÓN. El humus se descompone en más elementos.
    Una vez concluido esta operación, tenemos minerales (nitrógeno, calcio, fósforo, etc.) aprovechables por la planta.


Entonces, ¿es tirar restos naturales al suelo y “yasta”?

Todo tiene un proceso. Así, cuanto mayor sea la calidad de nuestro suelo (visto desde el punto de vista de la actividad biológica habida en él y las condiciones climáticas) mayor rapidez tendrá el proceso.

Como ya hemos comentado alguna que otra vez, hace falta microorganismos que consigan descomponer los residuos y acelerar el proceso de humificación y mineralización.

Por supuesto también influyen otras variables como:

    El pH del suelo
    La permeabilidad del suelo.
    Su contenido mineral.
    La estructura y textura del suelo.
    La porosidad.
    La temperatura y humedad exterior.

¿Cuál es el contenido en materia orgánica aceptable para un suelo?

Aunque en muchas zonas de España estamos sumamente lejos de llegar a los niveles recomendados, se estima que un porcentaje indicado para la práctica agrícola estaría comprendido entre el 1,5 y el 2%.

Eso sí, no siempre la mayor cantidad es lo mejor. Pues hay zonas del planeta que tienen concentraciones altísimas de materia orgánica (una ciénaga, por ejemplo) y no se puede cultivar en ella (aunque sí que crecen plantas con estructuras vegetales especiales que permiten su crecimiento en dicha zona).
La relación C/N (carbono – nitróngeno)

Aunque ya tenemos un artículo dedicado a la relación C/N, es interesante comentar qué relación guarda con la materia orgánica.

Lo que hace este parámetro es decirnos el estado de humificación de la materia orgánica en nuestro suelo. Como sabrás, los microorganismos no degradan todos los compuestos, ya que algunos suelen ser más fáciles de descomponer que otros. Por ejemplo, las resinas, los taninos o las ligninas son complicadas de descomponer. En cambio, los hidratos de carbono, las sales y los glucósidos son relativamente fáciles de degradar.

¿Cuál es el valor perfecto?

No te dejes llevar por números, pues todo tiene razón y explicación. Una materia orgánica (ya sea compost vegetal, vermicompost, abonos verdes, etc.) que tenga una relación alta C/N (mucho contenido en carbono), proporciona escala fertilidad al suelo y, por tanto, bajo rendimiento en la producción de frutas y hortalizas.

Si la relación C/N se nos queda baja, es decir, el contenido en nitrógeno es alto, estamos liberando un exceso de nitrógeno en los cultivos, que como pudiste ver en el artículo sobre la importancia del nitrógeno, es totalmente desaconsejable.

Por poner valores a todo este lío, diremos lo siguiente:

    C/N < 20: materia orgánica con exceso de nitrógeno.
    20 < C/N < 30: estado óptimo de la relación.
    C/N > 30: bloque de nitrógeno. No aprovechable por las plantas.

¿Qué ventajas proporciona la materia orgánica al suelo?

Sería muy fácil decir que mejora las propiedades del suelo, pero va mucho más allá. La influencia de este elemento natural sobre el suelo cambia drásticamente el rendimiento que un cultivo puede ofrecer. Y todo esto debido a que:

Mejora la estructura coloidal del suelo

Seguro que has oído hablar de los ácidos húmicos. Una de las grandes propiedades que tiene este compuesto extraído de la materia orgánica es que aumenta la estabilidad de los agregados.

Mejora el drenaje

No lo mejora porque sí. Lo que hace exactamente es cohesionar las partículas (lo que hemos hablando antes) con un potencial menor a la de las arcillas (suelos pesados) y superior a la de las arenas (drenaje excesivo). Digamos que es el término medio entre los suelos compactos y los suelos ligeros. Donde está el equilibrio, está lo óptimo.

Calienta la tierra

El compost o el estiércol, por su naturaleza, presenta colores oscuros. En cuanto al tema de radiación, ya sabes que el negro absorbe mayor energía que el resto de colores claros. Por lo tanto, un suelo oscuro aumenta la temperatura del suelo, mejora el desarrollo de las raíces y disminuye la variación de temperatura interior entre el día y la noche.

Reduce el encharcamiento del suelo

Por los agregados que forma la materia orgánica, al incorporarlos al suelo mejora el equilibrio entre la parte gaseosa y la parte sólida del suelo. Por ello, si un día nos pasamos con el riego, los efectos negativos se mermarán en mayor medida. Las raíces no sufrirán tantos problemas sanitarios y no se pondrá tanto en riesgo el cultivo.

Mejora la capacidad de no variar el pH

El suelo tiene una gran capacidad tampón. Esto es, la propiedad que tiene para evitar cambiar de pH. Por eso, como vistes en el artículo sobre alterar el pH de un suelo¸ hay que añadir grandes cantidades de compuestos ácidos o básicos para conseguir una variación mínima del pH.

Con la materia orgánica se consigue estabilidad el suelo, ya que aumenta su capacidad tampón. Esto es positivo si regamos con aguas malas o incorporamos abonos ácidos o básicos.
Reduce los efectos de la erosión

La erosión se produce por la disgregación de las partículas. Cuando un suelo se encuentra físicamente agredido por fenómenos meteorológicos (viento o lluvias fuertes) o por la acción del ser humano (pisoteo constante), las partículas cada vez se disgregan más y terminan convirtiéndose en polvo (los desiertos como mayor ejemplo).

La materia orgánica contribuye a evitar la disgregación de dichas partículas, por lo que la erosión se reduce sustanciosamente.

El agua se aprovecha mejor

Aunque suene a utopía, los componentes húmicos del compost o estiércol tienen una gran capacidad para absorber agua (hidrofilia). En épocas de sequía, un suelo con materia orgánica almacenará más agua que otro suelo “desnudo”.
Favorece la vida microbiológica

Tanto la mejora del componente gaseoso y sólido del suelo, como los coloides húmicos y las partículas agregadas, contribuyen a que el nivel de microorganismos beneficiosos aumente. Esto se traduce en una mayor fijación de nitrógeno atmosférico (menor gasto en aplicación de abonos), mayor tasa de nitrificación del nitrógeno mineral, etc.

Via agromatica.es

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