La parra es un arbusto trepador ideal para todo tipo de jardines, independientemente del clima que tengan (excepto si es demasiado frío). También es de los más fáciles de cuidar y uno de los que mejor resiste la sequía. Tanto es así que se cultiva incluso en el mediterráneo, donde las precipitaciones no son muy abundantes.
Sin embargo, para que cada año tenga una mayor cantidad de frutos es necesario recortar sus ramas hacia finales de invierno, cuando ya haya pasado el riesgo de heladas y antes de que reanude su crecimiento. Así que coge tus tijeras podadoras que hoy aprenderemos cómo podar una parra.
Aquel que tiene una parra debe saber que es conveniente podarla cada año, pero no toda. Me explico: si quitas o recortas todos los tallos, no obtendrás la cosecha esperada pues la fruta del próximo año brotará de las ramas leñosas de este año. Así pues, es muy importante que se quiten las ramas débiles o enfermas para que la planta pueda concentrar su energía sólo en aquellas sanas, que serán las que darán fruto a corto o medio plazo. Deja unas 30 yemas en las plantas que se cultiven por sus uvas, o 50 si además se quiere utilizar para hacer vino.
Una vez que las uvas ya se hayan formado, hay que podar cualquier nuevo crecimiento para no sobrecargar a la parra. De esta manera, además, se previene la aparición del moho.
Las parras son unas plantas de crecimiento muy rápido por lo que puedes dejarlas crecer para que cubran una pared o celosía a la que quieras dar vida, y mantenerlas podadas cada temporada para que se vean hermosas y puedas, así, obtener una excelente cosecha de uvas.
Y, por cierto, son tan resistentes que no tendrás necesidad de poner pasta cicatrizante en cada corte :) , pero eso sí, desinfecta con alcohol de farmacia las tijeras podadoras antes y después de su uso para evitar correr riesgos innecesarios.
Via jardineriaon.com
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