5 ideas para mejorar el drenaje del suelo


Un buen drenaje es sinónimo de un jardín cuidado. Que un suelo evacue correctamente el agua acumulada por la lluvia o el riesgo es fundamental para que los cultivos estén en buen estado. De lo contrario, se echarán a perder, con la consecuente pérdida no solo estética, sino también económica.

Las medidas para mejorar el drenaje van de trucos simples hasta planificaciones más complicadas. Dedicarle una tarde a esta tarea o varios fines de semana dependerá del suelo de la parcela. Lo que sí es seguro es que, después de subsanar las deficiencias, tus plantas te lo agradecerán.

Tareas para un correcto drenaje

Antes de actuar, comprueba qué tal drena tu jardín. En época de lluvias es fácil ver si el drenaje no es bueno porque se formarán charcos que durarán varios días. Cava un hoyo en el suelo de unos 50-70 cm de diámetro y profundidad. Llénalo de agua y, si al cabo de dos días sigue ahí, sigue estas ideas.

1. Niveles y desniveles. Tienes que alisar el terreno con el rastrillo de tal modo que cualquier pequeño pico o valle quede igualado con el resto. En caso de que sea un suelo que de por sí favorezca poco el drenaje, como los arcillosos, crea pendientes para guiar el exceso de agua.

2. Zanjas y caballones. Que el agua sobrante vaya a parar a una zanja evitará los encharcamientos, pero si la conduces por unas canaletas, podrás aprovecharla para otros menesteres. Por ejemplo, para regar en los meses con pocas precipitaciones. También puedes hacerlo al revés y plantar en montículos o caballones.

3. Tubos y bombas de drenaje. Si el problema es de grandes dimensiones, pero no quieres renunciar a un jardín bonito, tendrás que instalar una red de tubos de drenaje. Combinarlos con una bomba de achique para casos de encharcamiento extremo será la solución en lugares con un bajo índice de chubascos.

4. Pozos. En vez de trabajar de forma horizontal, el drenaje también tiene la opción de hacerse de forma vertical. Un hoyo excavado en en un suelo difícil es capaz de alcanzar las capas porosas para que el agua logre alimentarlo en condiciones.

5. Abono y riego. Cuando plantes, no te quedes corto con el compost, el mantillo o cualquier producto orgánico que uses para enriquecer la tierra. Uno de los ingredientes clave con los que mezclar esta materia es la arena de río, así lograrás el equilibrio perfecto para el filtrado del agua. No olvides controlar las necesidades de riego de tu jardín.


Via pisos.com

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