El Hamamelis virginiana
El Hamamelis virginiana, más conocido como avellano de brujo o simplemente como hamamelis, es un arbusto originario de América del Norte.
Los aborígenes nativos de aquel territorio descubrieron sus propiedades curativas y, antes los efectos que creyeron misteriosos y hasta milagrosos, lo bautizaron con su peculiar nombre.
Este arbusto mide entre dos y siete metros de altura, presenta una corteza de color gris (similar a la del avellano) y tiene hojas alternas con peciolos cortos, que se caen antes del invierno que es cuando florece.
Las flores, de pétalos amarillos, se agrupan de a tres o cuatro, mientras que el fruto del avellano de bruja tiene forma de cápsula y alberga las semillas.
Las hojas del avellano de bruja cuentan con propiedades hemostáticas, astringentes, vasoconstrictoras y antimicrobianas. Por eso se utilizan en el tratamiento de todo tipo de trastornos de la circulación o de las venas, como las várices, la flebitis o las hemorroides.
El uso externo del hamamelis también ayuda a la cicatrización de las heridas y a combatir ciertas dermatitis. El extracto destilado permite calmar el dolor en hinchazones dolorosas, mientras que en compresas posibilita el tratamiento de lesiones cutáneas leves e infecciones locales de la piel.
¿Te interesa plantar avellano de bruja? Ten en cuenta que prefiere los ambientes frescos y húmedos, ya que no resiste la sequía. El suelo debe tener abundante presencia de materia orgánica y tiene que ser ácido. Con riego moderado en verano y la protección de las copas de árboles cercanos, este arbusto tendrá mayores probabilidades de crecer sano y fuerte.
Vía: floresyjardin.es
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