SOLUCIONES A LOS ERRORES JARDINEROS

No sé si a ti te pasa, pero a mí se me hielan no pocas tuberías y programadores de riego cada invierno por no vaciar las líneas en cuanto llegan estos días. ¿Cuál sería nuestro consejo? Vaciar esas líneas de riego en otoño, en cuanto ya no necesites regar. Es decir, no esperar al invierno. Este error tan común, y algunos más, son los que ponemos sobre la palestra con sus soluciones correspondientes para que tu vida jardinera sea más cómoda.

1. Para salvar una planta en otoño

NO LA PODES

porque no brotará. Si recuerdas, cuando en primavera una especie vegetal sufría por helada tardía, o por el fenómeno opuesto, el golpe de calor, la forma de rescatarla era efectuar un terciado o corte a la tercera parte superior de sus ramas. Eso en otoño no funcionará, ya que el movimiento de savia excitadora de la actividad de las yemas es mínimo. Lo mejor que puedes hacer es confiar en que sus males no vayan a peor durante el invierno. Al comenzar la primavera, será el momento de esa poda de brotación.


2. Si echas herbicida entre especies herbáceas.

¡PELIGRO! QUÍTALAS A MANO.

El ejemplo más típico lo tienes en los macizos de vivaces (especies herbáceas perennes) que se desean mantener libres de malas hierbas y para ello se fumiga herbicida de contacto entre matas. Se producen verdaderos estragos en el macizo, ya que las vivaces, a diferencia de las especies leñosas, absorben el producto también por sus verdes tallos. Ojo, asimismo, con echar herbicida entre las plantitas de huerta. Suprime las malas

3. Si dejas subir la hiedra por los troncos.

ASFIXIARÁN LAS COPAS

Por eso, que no alcancen más de metro y medio. Cuando te decimos que asfixiarán las copas (y en pocos años) no nos referimos solamente a que las raíces adventicias de la especie trepadora succionará fluídos a los árboles. Además, la estética de los ejemplares arbóreos quedará deslucida y deformada por las masas de hiedras. No permitas que las lianas de esta vigorosa especie alcance más de 1,5-2 m.

4. Si las ramas de los árboles cuelgan mucho.

ELIMÍNALAS DE 2 METROS ABAJO

Siempre que las ramas de los árboles miren o tiendan a crecer hacia arriba, será posible la vegetación bajo ellos de otras plantas, macizos de anuales de sombra, rosales, vivaces... Pero si las ramas adquieren forma péndula y se acercan al suelo, “atemorizarán” a todo lo plantado debajo o en las inmediaciones. Y cada vez se hará más difícil el cultivo a sus pies, ya que las diferentes especies se inhibirán, fenómeno muy común entre las plantas. Por eso, lo mejor es acabar con los ramajes de 2-3 metros hacia abajo.

5. Si no apuntas lo que queda en la mochila.

TENDRÁS QUE TIRARLO

Resulta muy aconsejable contar con dos mochilas para tratamientos, en el almacén de herramientas y máquinas de todo jardín: una para productos fitosanitarios; otra para herbicidas. De todas formas, en el caso de que sólo poseas un pulverizador y no hayas gastado todo el producto de su interior, apunta qué es lo que quedado, porque si no tendrás que tirarlo al no ser capaz de recordar qué metiste. Haz únicamente la mezcla de productos que necesites y gástalo todo cada vez. Limpia el depósito una vez vacío con abundante agua para rebajar el principio activo.

6. Si plantas bambú en tierra.

ATENCIÓN A LAS INVASIONES.

Hazlo en recipientes. Pocas especies son tan vigorosas, potentes y duras como los bambúes. Sus rizomas son difíciles de romper, no arden y brotan por todos lados. Cuando plantamos bambú en tierra, nos arriesgamos a que comiencen a surgir por todo el terreno brotes y más brotes de la planta, que son realmente difíciles de combatir. Por eso, planta bambúes preferentemente en recipientes, bien grandes y con paredes fuertes.

7 Si las arquetas almacenan agua.

SE ESTROPEARÁ LO QUE HAYA DENTRO

Mantenlas secas. Es muy frecuente que las arquetas situadas bajo tierra retengan agua, ya que a veces entra por capilaridad y en otras ocasiones por pérdidas en las uniones de los aparatos de su interior. Esto acabará sin remedio con lo que hay dentro. Si es en verano por pudrición, y si es en invierno por los hielos. Mantenlas secas, reparando cualquier pérdida que se presente con diligencia.

Cuando construyas una arqueta, cerciórate de que es suficientemente amplia para actuar en su interior si hiciera falta.

8 Si pones macetas bajo acacias.
SE CUBRIRÁN DE PLAGAS.

La verdadera acacia es la mimosa (Acacia dealbata). Los dos árboles erróneamente denominados acacias son la robinia o falsa acacia  (Robinia pseudoacacia) y la acacia de tres espinas (Gleditsia triacanthos). Ambos cuentan con el pulgón como parásito endémico y difícilmente eludible. Si los ejemplares son de gran tamaño, no es posible su tratamiento al completo, y siempre se pueden ver manchas de la melaza de los áfidos en el suelo. Esto mismo puede pasar a las plantas que sitúes debajo, sumado a los numerosos residuos, hojas y ramillas secas, que producen.

Nunca es buen negocio situar plantas pequeñas bajo estas especies arbóreas, que sin embargo producen una sombra muy fresca.

9. Si plantas aromáticas junto a la acera.

LA INVADIRÁN.

Sepáralas 40 cm. A diferencia de especies de crecimiento lento (boj, viburno, madroño, etc.), que hay que plantar en sitios definitivos, las aromáticas crecen BIEN durante los dos primeros años en tus macizos, para después estabilizar su crecimiento por otro par de temporadas. Tras estas, comienza su periodo de decrepitud y hay que pensar en su sustitución. Como estas plantitas (lavanda, romero...) se compran pequeñas, debes prever su futuro desarrollo.

10. Si repostas la segadora sobre el césped.

PUEDE DERRAMARSE Y CREAR CALVAS

Mejor, sobre la tierra. Éste es uno de los errores más habituales en todo aficionado que cuente con algo de césped, por poco que sea. Tenemos todos la manía de llenar el depósito de combustible sobre la hierba, con el enorme peligro que eso trae consigo de que suceda algún derrame, por pequeño que sea, que de inmediato crearía una pertinaz calva en el verde. Llena siempre el depósito de combustible sobre tiera, áridos o mejor papeles de periódico, y utiliza embudo.

11. Si tardas en recoger la fruta caída.

FOMENTARÁS HONGOS Y RESBALONES.

Hazlo cada semana. En no pocas ocasiones, plantamos frutales sólo para disfrutar con sus frutos pendiendo de las ramas. No importa tanto recoger sus producciones para mantener llena la despensa. Eso no tiene nada de malo, pero no olvides que la fruta sobre el suelo es presa de los hongos de pudrición a partir del segundo o tercer día. Llega la descomposición y los resbalones con esas pulpas viscosas. Como mínimo, de forma semanal rastrilla la huerta de frutales y extrae los frutos caídos.

12. Si no cambias el agua de la piscina cada temporada.

CONTINÚA CON LOS TRATAMIENTOS

Hubo un tiempo en que al llegar la primavera se cambiaba el agua a las piscinas como una rutina más de mantenimiento. De un tirón, se vertían al alcantarillado miles de m3. Por suerte, ahora se utiliza el mismo agua de un año para otro, permitiendo el ahorro de millones y millones de litros. Para que no te cueste recuperarla cada primavera, sigue tratando el agua como si continuara la temporada de baños, pero a dosis menores.

13. Si usas el mismo calzado para casa y jardín.

SUELOS DE LA VIVIENDA ESTROPEADOS

Los mejor para jardinear son las botas. Porque, vamos a ver: ¿has oído hablar de la viruela del parquet? Seguro que sí. Se trata de ese granulado que se forma en el barniz cuando le cae encima tierra o arena fina y después se pisa. Generalmente, si entras en casa con el calzado que utilizaste para trabajar, o sólo pasear por el jardín, meterás esos áridos aunque no quieras. Además, soltarás hojillas mojadas que llevarás pegadas a las suelas, e incluso mantillo de la huerta. El calzado ideal para “jardinear” en invierno son las botas de agua. En verano, las zapatillas deportivas.


14. Si dejas los muebles al aire libre.

SE ESTROPEARÁN

En invierno, ponlos bajo techo. La intemperie acaba con todo lo que está desprotegido. Se oxida hasta el acero inoxidable, se pone amarillo lo blanco, gris lo negro y se quiebra lo flexible. Sólo resisten los árboles... hasta que les llega su vejez genética. Ni las piedras se salvan a la acción climática. Así que tus muebles de jardín no van a ser menos. Para que puedas utilizarlos a pleno rendimiento, te aconsejamos que en invierno los sitúes bajo techo, como, una pérgola, el porche, un kiosco, un entoldado... Incluso en verano, úsalos bajo cubierta.

15 Si no pintas los tejados de blanco.

PASARÁS MUCHO CALOR.

¿Sabes que es el efecto albedo? No es otra cosa que la reflexión de la radiación solar al incidir sobre el planeta. Las superficies claras presentan mayor albedo que las oscuras, así que si nuestro planeta estuviera cubierto de nubes, se refrescaría de inmediato y el calentamiento global cesaría. Si aplicas esta teoría a tus tejados, por pequeños que éstos sean, conseguirás estar fresquito bajo ellos. Parkings, pérgolas, cenadores, etc., siempre con cubiertas blancas... y fuera calor.

16. Si dejas el coche bajo los árboles.

LOS PÁJAROS TE LO "DECORARÁN".

Ponlo bajo toldo. Nada más agradable en pleno verano, al llegar a casa a media tarde, que dejar el coche a la sombra de uno de tus hermosos árboles. El problema llegará (para tu coche que se ensuciará y para ti que tendrás que limpiarlo) al anochecer, en cuanto los pájaros busquen su acomodo para dormir y se amontonen en las ramas, entre trinos y codazos. Seguro que al día siguiente te encuentras el vehículo con serias manchas de antiestético ¡y corrosivo! guano (estiércol de ave). Procúrate un toldo o parking para tu coche... o déjalo al sol.

17. Si tienes sistema de alarma perimetral.

SONARÁ A LA MÁS MÍNIMA

Pon los sensores en la cancela. Imagina la situación: son las 3 de la madrugada y de repente suena la alarma de tu sistema perimetral, ese que cuenta con sensores en los accesos para detectar presencias extrañas. Acercas el ojo a la mirilla de la puerta y ves dos gatitos jugando. Eso te tranquiliza, porque no hay “malos”, pero el susto ya no te lo quitará nadie. Instala los sensores perimetrales en lugares accesibles sólo para personas (por ejemplo, la cancela). Recuerda: estos sensores volumétricos saltan con presencias de más de 40 kilos, pero por si acaso.

18. Si das de comer a tus mascotas con tolva automática.

ALIMENTARÁS A TODO EL VECINDARIO

Las tolvas automáticas para pienso, las que sólo cargas una vez a la semana para que tu perro o gato vaya comiendo lo que le apetece en cualquier momento, son muy útiles en interior. Pero lo normal en interior es que seas tu quien les dé su comida variada y personalizada. Si pones una tolva para tus animales de jardín, ten en cuenta que ahí entra todo bicho viviente y comerán de tu tolva. Para los animales, sobre todo para los gatos, no existen los linderos ni las vallas. Alimenta a tus animales tu, de forma variada y personalizada.

19. Si pones la caseta del perro mirando al norte.

NO LA UTILIZARÁ EN LOS MESES DE INVIERNO

Un perro no necesita ver si entra un extraño en la finca. Ten en cuenta que su oído y su olfato son maravillosos; además, sus constantes rutinarias (los sonidos y olores “de siempre”) son tan familiares para él, que en cuanto hay algo diferente, lo percibe de inmediato. Su caseta debe estar en lugar confortable y resguardado, nunca a pleno sol o al norte, porque es allí donde está el peligro. Debe ser su placer, nunca el refugio.

20. Si el agua para tus mascotas está a la intemperie.

SE PUDRIRÁ

Protégela de los accidentes  y cámbiala a menudo. Los animales del jardín son felices y no hay porqué ocultar que los tenemos en el nuestro. Yo tengo una gatita en mi jardín que vive en la caseta de las herramientas y es muy feliz. Sólo necesita ser alimentada y que no le falte el agua; del resto se encarga ella. El problema que sucede en ocasiones es que situamos el agua a la intemperie o en lugares muy fríos. Resultado: en verano ese agua está siempre podrida, y en invierno, ¡helada! Ya sabes: coloca el agua para tus animales del jardín en lugar protegido de la helada y el sol...

Via mijardin.es

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